El estancamiento de la economía europea, el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 han convertido a Brasil, y más concretamente a Río de Janeiro, en uno de los destinos de inversión más atractivos. Multinacionales de todo el mundo, como las españolas Banco Santander, Repsol o Hispasat, han aterrizado ya en tierras cariocas, con el deseo de aprovechar las oportunidades de negocio que ofrece este mercado. Pero no son las únicas que pueden beneficiarse del buen momento que vive Brasil; las pequeñas y medianas empresas (pymes) también tienen un hueco en este escenario de crecimiento si están dispuestas a crear alianzas con socios locales.
Así lo sostienen los distintos participantes del seminario ‘Río de Janeiro: puerta de entrada al mercado brasileño’, organizado por PromoMadrid, en el que se advirtió de que, aunque las barreras de entrada son muchas y complicadas, invertir hoy en Brasil es posible para las pymes de España.
Lo más aconsejable para triunfar, según explica el director internacional de la agencia brasileña de promoción Río Negocios, Michael Charton, es “establecer vínculos y lazos” con socios locales, a poder ser que ya estén asentados y que conozcan las peculiaridades del mercado. Y es que “en Brasil es difícil hacer negocios de forma externa”, reconoce el responsable latinoamericano.
¿Pero cuáles son estas trabas que entorpecen el acceso de la inversión extranjera? El director ejecutivo de Advisory, Ernst & Young Terco, Alexandre Rangel, enumera las principales dificultades del mercado brasileño: los sistemas de impuestos, que son “complejos y caóticos”; los transportes y las infraestructuras logísticas; y los servicios públicos, que “no están aún al nivel de excelencia al que están acostumbrados los empresarios europeos”.
Río de Janeiro puede ser una buena puerta de entrada a Brasil porque, entre otras ventajas, cuenta con programas de beneficios fiscales, además de dos puertos y un aeropuerto con capacidad de rápido crecimiento y expansión. Además, según enfatiza Charton, “Río atrae a una cuarta parte de la inversión brasileña y es un imán de talento, tanto nacional como internacional”.
Las oportunidades de negocio también están claramente identificadas en la megalópolis. Rangel destaca las telecomunicaciones, la organización de grandes eventos, la creatividad y la farmacia como algunos de los sectores que serán líderes en Río de Janeiro, y reconoce que las empresas vinculadas a las nuevas tecnologías y a los productos sofisticados deben estar localizadas en la ciudad carioca o en Sao Paulo.
Mientras, las pymes especializadas en otro tipo de servicios pueden abrir sus mentes y estudiar la implantación en “ciudades menos conocidas, pero que están creciendo a un ritmo muy rápido”, como Fortaleza o Curitiba. A estos ámbitos, el responsable de la agencia brasileña añade dos que también tienen buenas perspectivas debido a estos próximos grandes eventos deportivos: el hotelero y hostelero.
Por último, Charton recuerda que, entre 2012 y 2020, en Río se producirá una inversión en infraestructuras de 156.000 millones de dólares. “Creemos que algunas empresas españolas pueden conseguir los contratos que se van a otorgar con motivo de los Juegos Olímpicos. Va a haber más inversión en Río que en cualquiera de las sedes que han acogido los juegos anteriormente”, concluye.