Perú es un país accesible, demandante de trabajadores cualificados de muy diversos sectores y donde el extranjero no sólo es bienvenido sino que tiene facilidad para tramitar su residencia. Esto hace que el flujo de llegada de españoles se haya disparado en los últimos años y en la actualidad una media de 350 aterrizan cada mes en Lima.
Para un español, el acceso al mercado laboral se puede gestionar de dos maneras: desde España o, también, sin problemas, una vez en el país. Hay dos formas: acceso con visado de turista y tramitación del contrato en destino; o ingresar desde el principio con la condición migratoria de negocios. A continuación deberás obtener el permiso de residencia y el carnet de extranjería, el cual tarda menos de dos meses en tramitarse y no se deniega a ninguna persona que quiera trabajar en Perú. A partir de este punto, se puede obtener la visa de extranjería a través de tres modalidades; como trabajador residente, como independiente inversionista o como profesional independiente. Los requisitos esenciales para obtener este visado son rellenar un formulario (F-007), un recibo del pago de la tasa del Banco de la Nación por derecho de trámite y una copia del pasaporte o documento de viaje con vigencia mínima de seis meses. Por lo tanto, son requisitos sencillos y fáciles de cumplir para empezar un nuevo camino en Perú.
Por otro lado, si quieres comenzar como trabajador en alguna empresa o empezar con los procesos de selección y contratación para un negocio, éstos no están regidos por ninguna entidad oficial y las características de la contratación son simples. Normalmente sigue un orden básico; publicar los requerimientos para un puesto de trabajo, solicitarlo por parte del trabajador, evaluación de CVs por parte de la empresa y entrevista personal.
En cuanto a la división de las empresas, se clasifican por su tamaño, diferenciándose cuatro tipos, cada uno de ellos con sus propios requisitos: pequeñas empresas, micro empresas, empresas de régimen laboral común, o la mediana empresa que empieza a surgir durante los últimos años en Perú. Cada modalidad de empresa tiene una normativa laboral distinta, con grandes variaciones en cuestiones relacionadas con la seguridad social o los seguros obligatorios de trabajo.
La legislación laboral en Perú es, en realidad, muy parecida a la que existe en España, salvo dos grandes diferencias; los costes de la Seguridad Social son menores a los europeos, y la regulación dentro del marco legal del trabajo, que se realiza por decretos. Los derechos básicos del trabajador son los mismos que están impuestos desde la OIT y el salario mínimo es de unos 750 soles, lo que correspondería a unos 290 euros (3 soles = 1 euro).
Como dato significativo de la influencia española en Perú, cada mes llegan al país unos 350 españoles y actualmente España y Argentina rivalizan por ocupar el tercer lugar como fuerza laboral inmigrante.
Puedes ver el informe completo de Andrés Salinas, socio fundador y director general de Austral Consulting, aquí:
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