Ante la crisis que se vive en la zona euro, muchas empresas del ‘Viejo Continente’ están buscando nuevas alternativas y, por eso, han decidido desarrollar sus negocios en países emergentes. Brasil es un magnífico escaparate para un gran número de firmas que ven en la franquicia la posibilidad de potenciar su actividad. Según Claudia Bittencourt, la actual directora ejecutiva del Grupo Bittencourt, consultora que actúa en el desarrollo y expansión de redes de franquicias, los grandes centros comerciales son los espacios más buscados por las compañías europeas.
El interés de las franquicias internacionales se centra, fundamentalmente, en el ramo de la prestación de servicios, con enseñas de los sectores de la estética y la hostelería como grandes protagonistas. La preferencia por el rubro de servicios también viene motivada por la tasa de importación fijada para determinados productos que, en muchas ocasiones, impide su entrada competitiva en el mercado.
La red de supermercados Día es la tercera mayor franquicia en el país en facturación, según la Asociación Brasileira de Franquicias (ABF). En la actualidad, la compañía dispone de una red de 450 establecimientos. Por su parte, Almeida Viagens, el grupo especializado en agencias de viajes y turismo, cuenta con 24 locales en Brasil.
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