Poco a poco se va dibujando con claridad la radiografía de la expatriación española. Buscar trabajo en el extranjero se ha convertido en una salida laboral para muchos profesionales, pero no todos tienen la misma facilidad para conseguir un empleo en otro país. Según un estudio realizado por el portal de empleo www.idoneum.com, el 62% de los expatriados tiene estudios universitarios (43,1%) o postgrados (19,2%). Es decir, dos de cada tres emigrantes tienen alta cualificación, lo que también refleja la demanda principal de las empresas extranjeras o la movilidad internacional de profesionales de compañías españolas como consecuencia del incremento del volumen de negocio exterior en los últimos años.
La formación es, por lo tanto, un elemento clave para trabajar en el extranjero, como también la experiencia y el conocimiento de un segundo e, incluso, tercer idioma. En un mercado laboral ultra competitivo a nivel internacional, el dominio del inglés e incluso del alemán, el ruso o el chino son decisivos a la hora de encontrar un trabajo, tanto fuera como dentro de España. De hecho, ya no hay que viajar para encontrar esta realidad al buscar ofertas de empleo, ya que el 76% exigen conocimientos de idiomas como requisito indispensable, según el mismo informe elaborado por el portal de ofertas de empleo IDONEUM.
En este nuevo contexto laboral, es necesario buscar cursos de formación que se adapten a nuestras necesidades (en cuanto a nivel y costes) para empezar a practicar el idioma antes de emigrar. La demanda es alta porque las competencias idiomáticas son todavía mediocres en comparación con las del resto de la UE. Así, según el Eurobarómetro de 2012, sólo un 22% de los españoles es capaz de mantener una conversación en inglés, la segunda tasa más baja de Europa sólo precedida por Hungría, con un 20%. Este factor es decisivo porque no sólo se trata de adquirir conocimientos, sino reforzar el apartado de ‘speaking’. Una de las recomendaciones para agilizar el aprendizaje es acudir a grupos de conversación con otros estudiantes. Grandes ciudades como Madrid o Barcelona ofrecen grupos de intercambio de conversación con nativos en bares de la ciudad, una práctica que permite al profesional preparse para afrontar con mayor capacidad las entrevistas de trabajo en el extranjero.
Traducción de CV y material profesional
Este bagaje idiomático es determinante para decidir el país de destino y, una vez seleccionado según nuestras competencias, es necesario detectar en qué portales o plataformas podemos encontrar ofertas de empleo del mercado de destino, y traducir el currículum al inglés. Esta traducción, sin embargo, no abre las puertas de todos los países, y en países de habla no inglesa es fundamental disponer del CV y el material profesional, como la carta de presentación, en la lengua materna para aumentar las posibilidades de colocación, según remarca IDONEUM.
Tiempo de búsqueda
En todo caso, la adaptación a un nuevo país y a sus costumbres no resulta fácil y aún menos para aquellos expatriados sin carrera universitaria. Aterrizar en un nuevo país para buscar trabajo no es fácil, pero aquellos profesionales con formación universitaria superior o masters reducen sustancialmente el tiempo que pasa desde la llegada al nuevo país hasta que se consigue un trabajo, según la experiencia del portal de empleo. De media, un expatriado tarda dos meses en conseguir un empleo en el extranjero. En cambio, si esta búsqueda se realiza desde España, el tiempo se puede reducir considerablemente.
Principales países de destino
A pesar de que la globalización ha abierto las puertas de muchos mercados y de que cada vez más, Asia y Oriente Medio ofrecen oportunidades de trabajo muy interesantes, los países de destino elegidos por los españoles a la hora de emigrar son:
- 1. Inglaterra
- 2. Francia
- 3. USA
- 4. Alemania
- 5. Bélgica
Sin embargo, una buena preparación y un buen dominio del inglés no es garantía de éxito a la hora de conseguir trabajo en el extranjero. No todos los licenciados o ingenieros que se marchan al extranjero acaban trabajando en los puestos deseados y deben conformarse con un trabajo en el sector de la hostelería o ejercer como au pairs. Estas situaciones generan en el expatriado una sensación de frustración y poca libertad económica. Sin embargo, cuando se les pregunta si tienen pensado volver a España, la mayoría responde que no, al menos en el corto plazo.
Esta negativa se debe a que la complicada situación económica de España dificulta en gran medida la vuelta a casa. La economía no parece mejorar y las condiciones laborales tampoco, por lo que muchos expatriados prefieren mantener un trabajo en el extranjero, que a pesar de que en muchas ocasiones no es el puesto deseado, al menos es un empleo que les permite vivir y tener una mínima estabilidad. Cosa que en España aún es difícil de obtener.
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