Por Miguel Santiago y Sergio Díaz, de Expandia Inversiones y colaboradores del PANEL DE EXPERTOS
Perú respira progreso y mira con fuerza al futuro. El continuo crecimiento que ha experimentado en las últimas décadas y la llegada de aire fresco político convierten a este país sudamericanoa en uno de los primeros estados emergentes a nivel mundial. Buena salud económica, renovación administrativa, aperturismo y una óptima situación logística llevan a afirmar con contundencia y sinceridad: “Aquí hay posibilidades, estamos en un mercado que crece y crece, pero debemos llegar con los deberes hechos y las ideas claras”.
El pasado 5 de junio el economista de centro-derecha Pedro Pablo Kuczynski superó por apenas unos 41.000 votos a su rival, la populista también de derecha Keiko Fujimori, en la segunda vuelta de la elección presidencial del país. Estos resultados fueron recibidos con alegría entre los tecnócratas de la nación, viéndose como una nueva oportunidad para el desarrollo tanto económico como político de Perú; diluyendo en contraposición la nube negra de corrupción y escándalos que se posa latente sobre la candidata Keiko, herencia de su padre Alberto Fujimori.
Desde nuestra experiencia, recomendamos seguir un guión o plan de internacionalización en el cual se recojan diferentes aspectos trascendentes como son estudiar previamente el mercado; definir el modelo de negocio y el plan estratégico a seguir en el país; diseñar los procedimientos de acción situando el foco en los canales oportunos; monitorizar la operatividad y dar soporte continuo desde la matriz; entre otros.
Una vez llegados al país es importante, de igual modo, dónde posicionarse. Estar cerca de las ubicaciones claves para el giro de negocio elegido o situarte en las avenidas en las cuales se encuentran las grandes empresas de la competencia será primordial, tanto a la hora de trasladarse diariamente y no perder excesivo tiempo en ello, como de darse a conocer y comenzar a formar parte de las empresas punteras en el nicho de mercado seleccionado.
La presencia física y permanente en el país es otro aspecto a tener en cuenta cuando se dan los primeros pasos en Perú. Los empresarios nacionales valoran y requieren poder coger el teléfono y tener al otro lado a una persona a la cual acudir si surge algún problema o necesidad inminente. En estos primeros lances debemos recordar no ser demasiado “tajantes” en la posición ni en la negociación. En Perú, en las iniciales reuniones, es muy difícil recibir una negativa, pero esto puede ser una “trampa encubierta”. Debemos ser comedidos en el análisis del encuentro, darle seguimiento y buscar una segunda reunión ágilmente. Empatizar con el empresario peruano, charlar desde el conocimiento de las costumbres y hábitos del país, son factores indispensables para comenzar a sentirse valorado.
Perú, un país con múltiples estereotipos latinos y grandes oportunidades, el cual requiere paciencia, rigurosa profesionalidad, altas dosis de poder analítico y negociador y un adecuado método de actuación, brinda todas las virtudes necesarias para, en un plazo temporal razonable, conseguir los éxitos fijados en dicho país andino.
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